sábado, 24 de octubre de 2009

¿Delgada línea roja?

Me encontraba en el internet buscando temas para desarrollar el presente blog, así que decidí ingresar a la página web del diario El Comercio, en donde encontré un artículo de opinión bastante interesante titulado: La delgada línea roja; cuyo autor Rubén Darío Buitrón analiza el accionar de Carlos Vera en el periodismo y la política, y llega a la siguiente conclusión:

“Pero si decidimos ser políticos dejemos de ser periodistas y situémonos, claramente, del otro lado de la delgada línea roja. Vera la cruzó. Adiós.”

En éste párrafo se puede leer claramente que el autor efectúa una clara diferenciación entre periodismo y política; pero, ¿qué es política? La política es el “ejercicio del poder”, la actividad de quienes procuran obtener el poder, retenerlo y ejercerlo con un objetivo en específico; además implica una labor de servicio hacia los demás y encuentra los intereses de los individuos, grupos, clases sociales, naciones, estados, etc. Es decir, y como lo definía Aristóteles: “El ser humano es un animal político por excelencia”; así que nadie está exento, y si existe alguien que no sea político, entonces debe ser un ser sobrenatural omnipresente, omnisciente, omnipotente…….., debe ser Dios o los mass media.
Sin el ánimo de ofender a Rubén Darío Buitrón, es prioritario recalcar que los periodistas y los medios de comunicación masiva no pueden ser “radicalmente independientes” , transparentes, veraces, objetivos; porque la recolección de datos informativos y las distintas opiniones siempre estarán condicionadas al marco de la subjetividad.
Debo admitir que no comparto el accionar de Carlos Vera, no tanto por lanzarse a la contienda política, sino porque por tanto tiempo el pretendió disfrazar su posición política tras la máscara de la objetividad e imparcialidad.
Por tanto, a mi parecer lo más ético dentro del ejercicio periodístico e informativo es superar el paradigma de los medios de comunicación omnímodos; y emprender un periodismo que exprese claramente la tendencia política a la cual representa, respetando las distintas visiones de mundo.

No existe una delgada línea roja.

Esteban Sacoto Macias

1 comentario:

  1. Estimado "Don Bosco" (¿por qué no damos la cara cuando opinamos?):
    No sé si te apresuraste a refutarme o leíste con cuidado mi artículo.
    Si fue lo primero, te invitaría a hacerlo de nuevo. Si es lo segundo, supongo que podemos discutir sin ser agredidos, como hacen algunos medios gobiernistas.
    Es obvio que tú y yo somos políticos y que todo lo que hacemos y decimos está atravesado por nuestra ideología.
    Lo que planteo como delgada línea roja es periodismo vs. partidismo, periodismo vs. proselitismo, que es otra cosa.
    Disfrazar la militancia partidista con una supuesta coherencia ideológica es lo que no es periodisticamente ético.
    ¿Un ejemplo? Paco Velasco, quien en sus tiempos de forajido criticaba a Marcelo Dotti por, simultáneamente, mantener un programa radial político y ser legislador...
    No sé quién eres, pero igual, te mando un abrazo en homenaje a la posibilidad (aún vigente)de debatir con libertad.
    Felicitaciones por el blog.

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