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PROGARMACION TELEVISIVA Y LA NEGATIVA REPERCUSION EN LOS NIÑOS
“Los niños encuentran en la TV su fuente principal de información, formación y deformación; como también sus temas de conversación…” Así lo percibe Eduardo Galeano en su libro “La escuela del mundo al revés”.
Sin duda creo que no podemos negar esta enunciación del escritor uruguayo. Pues no cabe la menor vacilación en reconocer que la televisión se ha convertido en uno elemento indispensable en los hogares. Y muchos estudios demuestran que las personas pasan horas frente al televisor, dejando de lado actividades mucho más productivas, recreativas y alentadoras.
No olvidemos que la TV es el medio de comunicación que cuenta con mayor audiencia. No olvidemos que los medios de comunicación son aparatos ideológicos. No olvidemos que los medios son empresas, por ende solo les importa la acumulación de capital y no el deber social que deben cumplir.
Creo que para todos está claro que la programación televisiva en nuestro país deja mucho que desear. Los reality shows, talk shows, crónica roja y rosa, novelas, son los programas que más alto rating tienen, y de esto se aprovechan los medios.
En una sociedad consumista como la nuestra, los padres de familia tienen que trabajar todo el día –porque el sistema así lo quiere-, entonces los niños quedan abandonados en el hogar después de la escuela. Y encuentran en la TV su entretenimiento.
La programación no distingue la edad ni el criterio de sus espectadores, simplemente se dice de clasificación del programa: A (apto para todo público), B (bajo supervisión de un adulto), o C (prohibido para menores de edad). ¿Pero es esto suficiente para controlar la audiencia e impedir que los niños vean programas que no son aptos para ellos? Un niño de tres ya tiene la capacidad de prender el televisor y ver lo que en él se transmite. ¿Y con qué criterio analizará el infante la información que recepta?
Frente al televisor, los niños dejan de ser lo que son. Se enfrentan a la crudeza de la vida, la violencia, la delincuencia, el consumo, el sexo, escenas de truculencia (miedo o angustia). ¿Dónde queda la responsabilidad de los medios de comunicación? Los niños imitan lo que ven y así se van formando. Entonces, si siguen formándose con la programación que tenemos hoy en día, ¿Qué podemos esperar en el futuro?
La repercusión de la programación en los niños es perjudicial y negativa, la TV no educa, no informa, solo está deformando y formando estereotipos perjudiciales para la sociedad. Los niños aprenden y aprehenden lo que la televisión les muestra. Son solo simples receptores sin criterio y los emisores son simples inescrupulosos.
Lamentablemente, parece que no bastaría con cambiar los horarios de programación –ya que hoy en día los niños duermen a altas horas de la noche y cada cual tiene una caja tonta en su habitación, frente a la cama-, sino, estructurar una nueva programación donde prime la ética y los verdaderos deberes de los medios de comunicación (comunicar, informar, educar).
Diana Chóez
Alejandro Pérez
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