miércoles, 4 de noviembre de 2009

LA FARANDULA Y EL ENTRETENIMIENTO

En los últimos años hemos presenciado un progresivo aumento de los programas de farándula en la televisión ecuatoriana. Y es lamentable ver como estos ganan cada vez mas espacio e influyen en la sociedad negativamente.
La pregunta que me genero es: ¿Cómo y por qué estas propuestas televisivas mantienen tanto rating? Y la verdad no entiendo como nuestra sociedad puede alentar la vigencia de estos programas.
Esta programación no tiene horario, ya que los presentan a toda hora; en la mañana, en la tarde y en la noche. Pero cabe señalar que en su mayoría son transmitidos en la tarde y noche. Y yo me pregunto ¿Por qué a esas horas? Si en esos momentos es cuando los niños y adolescentes llegan de sus instituciones educativas, directo a ver la TV; pues como vivimos en la modernidad y la sociedad de las comunicaciones, entonces lo único que se hace es ver televisión.
Estos espacios están dirigidos o conducidos por los mismos personajes de la farándula -supongo que por eso estos programas llevan esa denominación- , entonces podemos encontrarnos con toda una gama de personajes que alguna vez fueron–o lo siguen siendo- modelos, actores, reinas de belleza, bailarinas de tecno cumbia, etc., etc., etc.……, también se nota la presencia de presentadores de otro tipo de shows, saben a lo que me refiero. Pero bueno, en definitiva, ¿cuál es el contenido de dicho espectáculo? Pues bien, consiste en seguir la vida o intimidad de los protagonistas de la farándula, creando especulaciones y chismes que generan –o degeneran mas especulaciones y chismes-, y esto concibe en armar toda una cadena de chismes y protagonista, donde cada día se van uniendo los eslabones para conformar la novela.
Pero no solo eso, el trabajo de los “periodistas” y “reporteros” –no hace falta ser grosero, creo que las comillas denotan la ironía- consiste también en ver los demás programas de farándula para hablar mal de sus conductores, inventar lo que no saben sobre cualquier victima que se presta para la estupidez; esperar horas y horas a las afueras de las casas o lugares que frecuentan los famosos, para revisar su basura perseguirlos y tomarles fotos. Y, en caso de que falte contenido para la saturación de la payasada, se recurre al gran Vito Muñoz, llamado “el muñeco de la ciudad de Guayaquil”.
Entonces, podemos deducir que estos programas se convierten en novelas. Y como la novela mexicana ya está tan desgastada y desgraciada, “Vamos con todo” o “Caiga quien caiga” –acoto que menciono solo estos dos programas porque son los únicos que me suenan, no es por hacer publicidad- se han convertido en el entretenimiento de grandes y chicos.
Lamentable es ver, como se forman arquetipos para la sociedad y en especial para los jóvenes, ya que se da una alienación. Los televidentes pierden su identidad y quieren reemplazarla o copiar la forma de ser y vestir de todos los personajes que hacen la farándula. Se fomenta el consumismo, ya que la publicidad que se maneja es vestimenta, maquillaje, y tantas cosas que solo fomentan la estética del cuerpo. Se nota una ambiente de fetichismo hacia los presentadores. Se vive lo superficial y se olvidan los temas que realmente le sirven a la sociedad y a los jóvenes. Es más fácil y divertido hacer un programa rosa, que un documental de momias, ¡que aburrido! Eso que lo haga la Nacional Geographic.
En conclusión, somos nosotros los que mantenemos en rating de esos programas; así que depende de nosotros que sigamos viéndolos o no.

Diana Chóez
Alejandro Pérez

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