El 12 de enero del 2010, se presentó una de las mayores crisis de los últimos tiempos: el "Terremoto de Haití", que generó grandes pérdidas económicas y por sobre todo humanas; se calcula que no menos de 100000 personas han muerto tras el terremoto que fue registrado el a las 04:53:09 pm hora local, con epicentro a 15 km de Puerto Príncipe, la capital de Haití. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos el sismo habría tenido una magnitud de 7,0 grados y se habría generado a una profundidad de 10 kilómetros. También se registró una serie de réplicas, siendo las más fuertes las de 5,9, 5,5 y 5,1 grados. La NOAA descartó el peligro de tsunami en la zona.[Este terremoto fue el más fuerte registrado en la zona desde el acontecido en 1770.
Las imágenes presentadas por los diferentes medios masivos como la televisión y la prensa escrita, muestran la devastación ocurrida en Puerto Príncipe; sin embargo cabe destacar la demora de emisión informativa por parte de los medios de comunicación, además de la falta de respuesta y de organización por parte del gobierno haitiano y de los organismos no gubernamentales y de socorro para rescatar y curar a los herídos. Pero, no se los puede culpar, pues la catástrofe es tan grande que poco se ha podido realizar al respecto;
No cabe duda, que la cantidad de muerte y destrucción pudo ser prevenido si Haití hubiese tenido mayor capacidad de respuesta, mejor infraestructura antisísmica, mayor cantidad de hospitales, mejor distribución de la riqueza; si tan sólo la primera nación de América en conseguir la independencia no fuera "tan pobre".
Por eso, si algo positivo podemos obetener de ésta catástrofe es la necesidad prioritaria de promover una sociedad más justa, en donde no se gastara miles de dólares en artículos de lujo y no se tenga mano de obra esclava incapaz de solventar sus necesidades básicas.
¡Los terremotos son naturales, pero no la pobreza!
Esteban Sacoto
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