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La televisión es un medio de comunicación social y un instrumento de socializador, y esta socialización la realiza mediante el entretenimiento. La TV se caracteriza por su masividad, no existe otro medio de comunicación que simultáneamente alcance a un público tan vasto y diverso.
Si la socialización es: “el proceso por el cual los individuos, en su interrelación con otros, desarrollan las maneras de pensar, sentir y actuar que son esenciales para su participación eficaz en la sociedad”[1]. Entonces, podemos darnos cuenta que los contenidos de los programas televisivos, en este caso los programas de farándula, son los actores con los cuales el individuo genera su interrelación para el proceso de socialización. De esta manera, el individuo -para nuestra investigación- los adolescentes, desarrollaran su manera de pensar, sentir y actuar en referencia de lo que miren y aprendan en la programación farandulera.
Según Albert Bandura, en su “Teoría del Aprendizaje Social”, sostiene que la mayor parte de lo que la gente aprende, lo hace a través de la observación la imitación. De los modelos y realidades que presentan los medios masivos de comunicación influyen en la integración que los individuos hacen de ellos en sus propias conductas. Además, si observan repetidas veces que las conductas buenas o malas tienen éxito, creerán que eso también es una verdad realizable para sus propias vidas.
[1] Ferrés, Juan, “Televisión subliminal. Socialización mediante comunicaciones inadvertidas”. Barcelona, Ediciones síntesis, 2000. Pág 72
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